La Autoridad de la Competencia francesa ha multado a Rolex con 91,6 millones de euros por limitar la competencia y evitar la venta online de sus relojes. Durante más de una década, Rolex ha impedido que sus relojes se vendieran por internet, argumentando la lucha contra la falsificación. Sin embargo, el regulador considera que esto no justifica la restricción, ya que otros competidores sí permiten la venta online. Además, Rolex ha sido multada por su sistema de venta exclusivo, en el que solo unos pocos minoristas tenían la posibilidad de vender sus relojes. El regulador destaca que esta práctica limita la competencia. Aunque Rolex tiene la posibilidad de recurrir la multa, se le exige que publique en su web los cambios que debe aplicar en un plazo de dos meses. Esta multa se debe a la larga duración en el tiempo de las prácticas anticompetitivas de la marca.