El océano Atlántico está experimentando un fenómeno meteorológico excepcional: un super-anticiclón de intensidad insólita que está rompiendo récords en diciembre. Este anticiclón, que se espera que persista hasta enero, está generando altas presiones y tiempo estable en la región, lo que significa ausencia de precipitaciones y cielos despejados. Sin embargo, esta situación atípica tiene consecuencias negativas, como la profundización de la sequía en el sur peninsular y Cataluña. AEMET advierte que, a menos que ocurra un milagro de Año Nuevo, millones de personas podrían enfrentar escasez de agua antes de que termine enero. Este fenómeno ha llamado la atención de la comunidad meteorológica internacional debido a su rareza y persistencia. El océano Atlántico parece estar enviando señales de que algo no está bien, y los expertos aún no logran comprender completamente lo que está sucediendo. Descubiertos en la década de 1860, los anticiclones son regiones atmosféricas de alta presión que generan tiempo estable y limitan la formación de nubes y precipitaciones. Sin embargo, este super-anticiclón histórico en el Atlántico es una anomalía que está desafiando las expectativas y causando preocupación. La falta de lluvias en las próximas dos semanas agravará la sequía en el sur peninsular y Cataluña, lo que requerirá medidas adicionales para garantizar el suministro de agua a millones de personas. AEMET está monitoreando de cerca esta situación y advierte sobre los efectos adversos que puede tener en el país.