Si te sobra pan, bagels, muffins, bollos o pasteles recién horneados, puedes conservar su frescura congelándolos correctamente. Envuelve los productos horneados en plástico y guárdalos en bolsas para congelador. El pan y los bagels se pueden congelar enteros o cortados por la mitad. Los muffins, bollos y pasteles individuales se envuelven individualmente. Los pasteles sin ensamblar se envuelven en plástico y papel de aluminio. Etiqueta y fecha todos los productos antes de congelarlos. Descongela los productos a temperatura ambiente antes de consumirlos. Sigue estos consejos para disfrutar de productos horneados frescos durante meses.