Quintanilla del Coco, una pequeña villa en Burgos, se ha convertido en el centro de atención debido a la granja porcina del alcalde del pueblo. El Observatorio de Bienestar Animal ha denunciado las condiciones extremas en las que viven los cerdos en esta explotación, mostrando un video aterrador con animales con hernias brutales, úlceras y heridas graves, cochiqueras con purines, larvas y ratas, e incluso escenas de canibalismo. La ONG ha presentado una querella contra el negocio por supuestos delitos de maltrato animal, estafa y otros relacionados con el mercado y los consumidores. Además, han señalado a una cadena de supermercados que recibe carne de esta granja. Sorprendentemente, la granja había obtenido sellos de bienestar animal de prestigiosas entidades, pero tras la polémica, estos sellos han sido suspendidos. El propietario de la granja ha negado las acusaciones y asegura que todo está en orden, afirmando que los técnicos de la Junta y el Seprona han verificado que todo está correcto. Sin embargo, el Observatorio de Bienestar Animal mantiene su denuncia y está considerando presentar otra querella por un supuesto vertedero de cadáveres cerca de la explotación. Esta historia pone de manifiesto la importancia de garantizar el bienestar animal en las explotaciones ganaderas y la necesidad de una regulación más estricta en este sentido.