Las bicicletas sin pedales se han vuelto populares entre los niños, ya que ayudan a mejorar su equilibrio y facilitan la transición a las bicicletas con pedales. Sin embargo, ¿qué hay de los adultos? Algunas empresas han creado bicicletas sin pedales enfocadas a personas mayores con problemas de movilidad. Estas bicicletas funcionan como andadores, permitiendo a los usuarios apoyarse en el manillar y descansar en el sillín. Sin embargo, la idea de una bicicleta sin pedales para adultos parece menos práctica. Un ejemplo de esto es el diseño de Fliz, una bicicleta con el tubo del cuadro en la parte superior, lo que obliga al ciclista a ir encorvado. Aunque el proyecto Fliz no tuvo éxito, demuestra que la idea de una bicicleta sin pedales para adultos puede resultar absurda. En resumen, las bicicletas sin pedales son beneficiosas para los niños, pero su utilidad para los adultos es cuestionable.
