Un grupo de científicos rusos y alemanes ha descubierto en Siberia Occidental la fortificación más antigua del mundo, con una antigüedad de aproximadamente 8.000 años. Este hallazgo desafía la idea de que las sociedades complejas surgieron con la agricultura, ya que esta fortificación fue construida por cazadores y recolectores. El asentamiento fortificado, ubicado en la costa del río Amnya, está formado por muros de tierra y empalizadas de madera. Además, se han encontrado evidencias de una compleja estructura jerárquica en el asentamiento. Este descubrimiento cambia nuestra comprensión de las sociedades humanas primitivas y cuestiona la idea de que la agricultura fue el factor determinante en el desarrollo de asentamientos permanentes y estructuras sociales complejas. Los habitantes de este asentamiento llevaban un estilo de vida desarrollado, cazando y pescando en la taiga siberiana. También fabricaban cerámicas decoradas para conservar sus alimentos. Este hallazgo, junto con otros descubrimientos similares en todo el mundo, sugiere que las sociedades complejas pueden haber surgido de diferentes formas y no necesariamente a través de la agricultura. Este estudio nos obliga a revisar la historia de la sociedad y a considerar otras alternativas hacia la complejidad.