China ha comenzado a probar los motores de su futuro cohete Larga Marcha 9, una versión estatal china de Starship. Estas pruebas incluyen el encendido de prototipos a escala y componentes como encendedores, generadores de gas y cámaras de combustión. Se espera que el Larga Marcha 9 tenga 26 motores alimentados con metano y oxígeno líquido, logrando un fuerte empuje de 200 toneladas. China planea realizar el primer vuelo de prueba en 2033, con el objetivo de realizar misiones tripuladas a Marte. Sin embargo, el desarrollo del Larga Marcha 9 presenta desafíos, como la integración y control de los motores de metano y oxígeno líquido, así como la necesidad de reforzar las bases de lanzamiento. A pesar de esto, China está decidida a competir en la nueva carrera espacial.