Alemania ha encontrado una solución innovadora para dos desafíos medioambientales y energéticos: convertir las antiguas minas en granjas solares. En la región de Brandeburgo, Trina Solar y GP Joule han instalado un sistema fotovoltaico de 170 MW en una antigua mina de lignito. Esta granja solar forma parte del parque energético de Lusacia, que se espera que sea uno de los mayores sistemas fotovoltaicos de espacio abierto del país. Además de generar energía limpia, se espera que esta instalación ahorre decenas de miles de toneladas de CO2 al año. Alemania no es el único país que ha optado por esta solución, ya que España también está construyendo plantas solares en antiguas minas. Esta iniciativa demuestra cómo la transición hacia un modelo energético más sostenible puede aprovechar los recursos existentes y contribuir a la protección del medio ambiente.