Las sanciones de Estados Unidos para frenar el desarrollo tecnológico de China no han dejado de crecer. Ahora, una compañía surcoreana ha sido denunciada por enviar 11,6 millones de dólares en productos prohibidos a China. Utilizaron un meticuloso plan para burlar los mecanismos de exportación, enviando 96.000 semiconductores prohibidos por su posible utilización militar. La compañía intermediaria retiraba los chips excedentes de sus paquetes de envío originales y los presentaba como ‘muestras’ para su envío a China. Además, se descubrió que la compañía también hizo declaraciones aduaneras falsas y estuvo involucrada en prácticas de lavado de dinero. Los directivos de la empresa están ahora contra las cuerdas.