Si cada día te despiertas con dolor de espalda, es posible que el responsable sea tu colchón. Existen otros motivos que podrían explicarlo, como malas posturas, la inactividad o pasar mucho tiempo en la misma posición. Sin embargo, si este malestar lumbar se extiende hacia las piernas o va acompañado de fiebre o síntomas neurológicos, es conveniente acudir al médico.
La importancia de un buen colchón radica en que proporciona el soporte adecuado que requiere tu cuerpo. Un colchón de mala calidad o uno que tiene demasiados años puede afectar tu descanso. Se aconseja cambiarlo cada 8 o 10 años. Si el colchón se hunde en exceso, puede hacer que tu columna no permanezca recta durante las horas de descanso, lo que provoca dolores.
Según Joshua Abrams, cirujano ortopédico de columna, «si el dolor de cuello y espalda comienza desde el momento en que te levantas de la cama por la mañana, es posible que tu colchón no te brinde el soporte adecuado que necesitas». Un colchón deficiente puede causar rigidez, problemas de cuello y niveles reducidos de energía.
¿Cómo saber si tu colchón es el culpable? Existen varias formas de determinar si ha llegado el momento de comprar uno nuevo. Los signos típicos son que el colchón se hunda o sea demasiado viejo. Si notas un mejor sueño y menos dolores corporales después de dormir en otra cama, es muy posible que tu colchón sea la causa de los problemas.
Además, si te despiertas con el mismo tipo de dolor cada mañana, es probable que debas reemplazar tu colchón. También, si das vueltas en la cama porque no te encuentras cómodo, esto puede provocar problemas de salud. Un buen colchón debe adaptarse a tu cuerpo, ofreciendo el grado adecuado de suavidad y firmeza.
Imagen: Business Insider