El concepto de café expreso muerto o ‘dead espresso’ se refiere a la pérdida de calidad del café ya preparado. Un buen espresso es corto pero concentrado, de sabor intenso, fragantes aromas y con mucho cuerpo. Sin embargo, un espresso muere cuando ha pasado demasiado tiempo desde su extracción, perdiendo aroma, sabor y diluyéndose su crema. Además, se enfría y calentarlo después podría tener efectos aún peores. Para evitar esto, es importante utilizar una buena cafetera en buen estado, granos de café de origen de tueste reciente y no muy oscuro, molidos al momento en su punto, con agua de calidad. También se recomienda precalentar la taza para conservar la temperatura durante más tiempo. Si el café muere, se puede convertir en un café con leche, capuccino o latte. Evita dejar el espresso sobre la mesa mientras haces otras cosas. El tiempo que puede estar reposando variará en función del propio café y de factores externos como la temperatura ambiente. Utiliza granos de tueste medio o ligero muy reciente, con una molienda bien ajustada y la temperatura precisa. La ventana de tiempo se extiende hasta los dos o tres minutos. En resumen, para evitar un café espresso muerto en casa, sigue estas recomendaciones y disfruta de un café de calidad.
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