Los preparativos para el quinto vuelo de Starship avanzan con expectativas de lanzamiento hacia finales de agosto o principios de septiembre. Recientemente, se realizó una prueba de fuego estático, donde se ignitan los motores del cohete mientras permanece anclado a la estructura de despegue. Este ensayo es un anticipo del despegue de Starship.
Una de las estrellas de este ensayo es el brazo robótico Mechazilla, que capturará la primera etapa del cohete durante su regreso a la Tierra. Este brazo está ubicado en la torre de despegue de Starbase y se activa al regreso del propulsor, capturando el cohete “como unos palillos”. SpaceX tiene un plazo de nueve meses para cumplir con el contrato lunar de la NASA, y la empresa considera que es factible.
La reutilización de vehículos ha sido un pilar fundamental de SpaceX. Desde sus inicios, se ha trabajado en mecanismos que permiten a las primeras etapas de los cohetes regresar a la Tierra casi listas para su reutilización. Esto incluye elementos plegables y plataformas marítimas para aterrizajes.
Otro aspecto clave del quinto ensayo es la reentrada de la nave principal, Starship. En su cuarto vuelo, el escudo térmico de la nave resistió lo suficiente para que llegara al agua casi intacta. Además, se ha prestado atención al fenómeno del boom sónico, que ocurrirá durante el regreso de Super Heavy. Este estallido será más potente que el de los cohetes Falcon, pero no causará problemas significativos, ya que la base está diseñada para mitigar estos riesgos.
Imagen: SpaceX