Una investigación revela una campaña de ciberestafa que ha afectado a dos millones de dispositivos mediante extensiones maliciosas de Chrome. Estas extensiones se hacían pasar por VPN y se instalaron en copias ‘pirateadas’ de videojuegos populares. Una vez instaladas, las extensiones tenían control sobre el navegador y podían robar datos confidenciales, manipular solicitudes web y deshabilitar otras extensiones. Para protegerse, se recomienda limitar el número de extensiones, limpiar el navegador periódicamente, verificar los permisos antes de instalar una extensión, mantener el navegador y las extensiones actualizadas y utilizar un software antimalware confiable.