La Administración de Países Bajos enfrenta un desafío significativo al intentar definir su relación con EEUU y China. Aunque desea alinearse con su aliado natural, no puede ignorar la importancia de su relación comercial con el gigante asiático. Este dilema se ha intensificado tras el endurecimiento de las sanciones al país de Xi Jinping por parte del Gobierno de Dick Schoof.
La empresa neerlandesa ASML posee el monopolio en la fabricación de equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE), los más avanzados del mercado. Sin embargo, ha enfrentado restricciones para vender a clientes chinos debido a las presiones del Gobierno de Países Bajos, en colaboración con la Administración de EEUU. Desde principios de este año, ASML también ha visto limitadas sus ventas de equipos de ultravioleta profundo (UVP) en China, y se prevé que estas restricciones se amplíen.
Recientemente, el Gobierno neerlandés ha considerado controlar la exportación de modelos adicionales de UVP, lo que complicaría aún más la situación. Además, ASML deberá solicitar licencias para ofrecer servicios, piezas de repuesto o actualizaciones de software a sus clientes en China.
El ministro de Economía de Países Bajos, Dirk Beljaarts, ha viajado a EEUU con el objetivo de promover el comercio bilateral. Durante su reunión con Don Graves, subsecretario de Comercio de EEUU, Beljaarts enfatizó la importancia de China como socio comercial y la necesidad de permitir a ASML operar con la mayor libertad posible.
Beljaarts destacó que ASML es un activo valioso para Países Bajos y que es crucial que la empresa pueda operar dentro de los límites establecidos. Sin embargo, la postura rigurosa de EEUU respecto al comercio con China plantea dudas sobre la viabilidad de estas intenciones. El futuro de las relaciones comerciales entre Países Bajos, EEUU y China sigue siendo incierto.
Imagen: ASML