En diciembre de 2022, el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (APHIS) de EEUU detectó varias larvas y una pupa de la mosca mediterránea de la fruta en varios envíos comerciales de pimiento procedente de Almería. El golpe fue duro. El pimiento no es un cultivo cualquiera. Como explicaba Antonio Mena, delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Almería, ‘el pimiento es el cultivo estrella de la provincia, el que más superficie ocupa, el que más factura, y muy valorado en los mercados internacionales’. Durante todo 2023, las autoridades españolas han estado negociando con la APHIS todo un paquete de medidas para asegurar que el producto llegaba en perfectas condiciones (y sin mosca). A partir de ahora, EEUU pide que los pimientos deben estar cultivados en invernaderos registrados e regularmente inspeccionados; que se instalen ‘redes de trampeo’ tanto exterior como interior de las carpas; y que, una vez recolectados, los pimientos se protejan con una malla anti-insectos desde el invernadero hasta su empaquetado. No obstante, ya hay cinco empresas almerienses adscritas al programa y el 2 de enero salieron los primeros cargamentos. Estos días en los que los productos españoles se han vuelto a enfrentar a la ‘furia’ de los agricultores franceses, el sector agrícola ve cada día más negro su futuro (acosado por la sequía y la reducción de la tasa de ganancia). En ese sentido, EEUU (y sus altos precios) puede ser una solución. Pero grandes ganancias conllevan grandes requisitos fitosanitarios. Es decir, apuntar a más allá del Atlántico requiere una reconversión industrial y una modernización que cambia muchas de las reglas no escritas del campo español.
Imagen: Kirsty Tg – Omar Rana