El teletrabajo ha tenido un impacto significativo en diferentes sectores. Según el economista Nick Bloom, los mayores perdedores son los propietarios de oficinas y comercios en el centro de la ciudad, ya que el cambio hacia el trabajo a domicilio ha dejado muchas oficinas medio vacías y las tiendas minoristas luchando por conseguir clientes. Además, el sector de los viajes de negocios ha sufrido un golpe, ya que muchas personas ya no viajan como antes. Los sistemas de transporte público también han sido afectados, con una disminución del número de pasajeros en Estados Unidos. Por otro lado, las grandes ciudades también han sufrido las consecuencias del teletrabajo, ya que muchas personas han aprovechado para mudarse a pueblos o provincias más baratas. En España, un 15% de los españoles tiene previsto ir a vivir a zonas rurales, según un informe de Fotocasa. Aunque aún faltan estudios que muestren el impacto a largo plazo del teletrabajo en la llamada España vaciada, es evidente que el teletrabajo ha cambiado la forma en que trabajamos y vivimos.