Las autoridades de protección de datos de varios países europeos están investigando a Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, por su introducción de suscripciones de pago que permiten a los usuarios evitar la visualización de anuncios personalizados a cambio de una tarifa mensual. Aunque Meta afirma que esta medida cumple con el RGPD, los reguladores de Noruega y Estonia tienen dudas sobre su validez. Noruega considera que es un chantaje y está llevando a cabo una investigación para determinar si se ajusta al RGPD. Por su parte, la autoridad de protección de datos de Estonia argumenta que el modelo actual de Meta no constituye un consentimiento válido según el RGPD. Esta controversia podría obligar a Meta a replantear su oferta a los usuarios europeos y tener repercusiones significativas para el futuro de la recopilación de datos y la publicidad personalizada en Europa.