Desde el lanzamiento de su primera película en 2001, Shrek se ha convertido en uno de los personajes animados favoritos de muchos niños. Después de tantos años, sigue siendo una referencia de la cultura pop. Con su peculiar doblaje en algunos países y las referencias a otros cuentos en sus cuatro entregas, Shrek se ha vuelto un ícono mundial. Ahora, ha dado un paso más para convertirse en una leyenda: su propia rave californiana.
El punto de encuentro para los fans fue el conocido Hollywood Palladium de California, una histórica sala de conciertos que, desde 1940, ha visto desfilar a grandes artistas. Este fin de semana, se convirtió en el hogar de una rave donde todos vistieron de princesas con piel verde y uno que otro lobo con vestido. La fiesta es un deleite visual de última tecnología, con visuales que muestran a los personajes de las cintas en sus momentos más alocados: desde Pinocho bailando break dance hasta un Lord Farquaad mostrando sus mejores pasos de baile.
La Shrek Rave es la ocasión perfecta para que los fans disfruten de una noche llena de buena música en un ambiente temático de Shrek. Además, pueden lucir sus mejores disfraces alusivos a la película, como una galleta de jengibre de tamaño humano o el hada madrina, madre del Príncipe Encantador. La Shrek Rave se ha popularizado tanto que se ha convertido en el nuevo epicentro de la élite de Hollywood. Entre los asistentes se encontraban caras conocidas como la actriz Lili Reinhart y la fotógrafa de moda alemana Ellen von Unwerth.
Esta peculiar gira de presentaciones tiene programadas 27 paradas a lo largo de Estados Unidos para este año. No solo el espectáculo visual es el gran atractivo para los fans de las fiestas y del personaje verde, sino que también los DJ’s invitados a cada presentación son una gran sorpresa para los asistentes. Si quieres conocer las próximas fechas de la Shrek Rave en Estados Unidos, no dudes en seguir su cuenta de Instagram, donde publican novedades y el ambiente de esta fiesta temática que nada tiene que envidiar a las del pantano de Muy, muy lejano.
Imagen: Espinof