Investigadores han descubierto que las propiedades táctiles de los alimentos afectan a cómo percibimos su sabor. Un estudio demostró que la textura de las tazas de café puede influir en la percepción del sabor, con superficies lisas aumentando la dulzura y superficies angulares haciendo que el café se perciba como más amargo. Este fenómeno también se aplica a otros alimentos, como el helado. Estos hallazgos tienen implicaciones interesantes, ya que podrían hacer que los alimentos poco saludables sean menos apetecibles o, por el contrario, permitir a la industria alimentaria manipular los sabores para hacerlos más atractivos. La ciencia respalda la idea de que el café para llevar no sabe igual debido a las propiedades táctiles del vaso de cartón. Este descubrimiento desafía la creencia popular de que el sabor del café es solo una cuestión química y demuestra que el sentido del tacto también juega un papel importante en nuestra percepción del sabor.