La crisis financiera de 2008 dejó una profunda herida en la economía española, especialmente para los jóvenes cuyos salarios han crecido menos que las pensiones desde entonces. En 2022, el sueldo medio de los jóvenes entre 16 y 24 años era de 1.315 euros al mes, un 12,1% más que en 2008. Mientras tanto, las pensiones se han revalorizado un 14,6% en el mismo período. Además, los jóvenes han perdido entre 11 y 13 puntos de poder adquisitivo, mientras que las pensiones han perdido 10,8 puntos. En 2023, se espera que la diferencia de pérdida de poder adquisitivo entre jóvenes y pensionistas se acentúe aún más. La crisis financiera afectó de manera desigual a las generaciones más jóvenes y a los pensionistas. Mientras que los jóvenes tardaron 11 años en recuperar el nivel salarial de 2008, los salarios de los demás grupos de edad nunca cayeron por debajo del nivel precrisis. Aunque los pensionistas también sufrieron el impacto de la crisis, sus rentas nunca se vieron tan afectadas como las de los jóvenes. Además, el sistema de pensiones en España es muy diverso, con algunos pensionistas recibiendo más de 3.000 euros al mes y otros recibiendo el salario mínimo. Los jóvenes también enfrentan problemas diferentes, como el alto costo del alquiler, mientras que la revalorización de las pensiones está determinada por el gobierno. En resumen, la brecha salarial entre jóvenes y pensionistas en España es un problema complejo que refleja las desigualdades económicas y las diferencias en las condiciones laborales y de vida.
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