La biología de la resurrección está ganando adeptos en laboratorios de todo el mundo. Los científicos buscan revivir animales y plantas extintos, descubrir nuevas fuentes de fármacos y comprender mejor la historia humana. Algunos proyectos destacados incluyen la reactivación de virus congelados en el permafrost del Ártico, la búsqueda de nuevos antibióticos a partir de ADN antiguo y la resurrección de criaturas extintas como el dodo y el mamut lanudo. Además, se ha recreado el aroma de un bálsamo egipcio de momificación utilizado hace 3.500 años. Estos avances en la biología de la resurrección plantean desafíos éticos y científicos, pero también ofrecen nuevas oportunidades para comprender y preservar la vida en nuestro planeta.