El parque solar sobre el embalse de Alqueva, en Portugal, se ha convertido en un referente europeo en energía solar flotante. Con una extensión equivalente a cuatro campos de fútbol, este innovador proyecto cuenta con 12.000 paneles solares que descansan sobre el agua. Los resultados han sido tan positivos que España ha decidido replicar este éxito.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) aprobó en julio una nueva legislación que permitirá expandir la energía solar flotante en el país. Esta normativa establece que las instalaciones podrán ocupar entre el 5% y el 15% de la superficie total de los embalses, dependiendo de la calidad del agua. En embalses no eutróficos, el límite será del 5%, mientras que en aquellos con riesgo de eutrofización, se permitirá hasta el 15%.
La eutrofización se refiere a la alta biología en el agua, como la proliferación de plantas y algas. En embalses naturales no afectados, no se permitirá la instalación de paneles solares. Los parques flotantes ofrecen importantes ventajas, como no ocupar espacio en tierra y ser más eficientes. Esto se debe a que pueden conectarse a centrales hidroeléctricas cercanas y, además, el agua ayuda a enfriar los paneles, aumentando su producción de electricidad.
Portugal no está solo en esta iniciativa. China lidera el desarrollo de instalaciones fotovoltaicas flotantes, con la granja solar de Dezhou, que tiene una potencia instalada de 320 MW. India y Corea del Sur también están planeando grandes proyectos en este ámbito. La energía solar flotante se perfila como el siguiente paso en la evolución de las energías renovables.
Imagen: EDP