El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha anunciado que el país reconocerá formalmente al estado de Palestina el próximo 28 de mayo. Esta decisión se tomará en conjunto con otros socios europeos como Noruega e Irlanda. Sánchez ha destacado la importancia de cumplir con el mandato democrático y reiterado del parlamento español, así como de seguir una política exterior coherente y respetuosa con el derecho internacional.
El reconocimiento del estado de Palestina busca promover la paz, la justicia y la coherencia en la región. Sánchez ha enfatizado que la existencia de dos estados que convivan con garantías mutuas de seguridad es la única garantía de paz. Además, ha lamentado la deuda histórica que la comunidad internacional tiene con el pueblo palestino y ha expresado la esperanza de que este reconocimiento les brinde dignidad y esperanza.
El presidente del Gobierno ha defendido que este paso no es contra nadie, ni contra el pueblo de Israel ni a favor de Hamás. También ha informado que España no dará este paso en solitario, ya que estará acompañada por otros países que comparten los mismos argumentos. Con este reconocimiento, España se unirá a los más de 140 países del mundo que ya reconocen al Estado de Palestina.
Sánchez ha enviado un mensaje a Israel, asegurando que este reconocimiento no es contra ellos y que respeta y aprecia al pueblo de Israel. También ha criticado duramente la masacre perpetrada por el gobierno de Netanyahu en Gaza. El presidente ha expresado su deseo de que, en el futuro, cuando cesen los bombardeos y el polvo de los tanques se disipe, los españoles puedan decir que estuvieron del lado correcto de la historia.
Tras el reconocimiento del Estado de Palestina, España deberá designar su representación diplomática en territorio palestino. Se espera que la embajada española se sitúe en Jerusalén Este, la capital reconocida oficialmente por Naciones Unidas. Israel ha llamado a consultas a su embajadora en España y ha convocado a los representantes diplomáticos de Noruega e Irlanda en Israel.
Imagen: EFE