El Museo Británico ha exigido que todos los artefactos de su acervo queden detallados y documentados en su registro patrimonial después de los escandalosos robos realizados en los últimos años. Cerca de 2.000 objetos históricos pequeños, como joyas y gemas de Grecia y Roma, fueron robados, dañados o faltaron. Los robos han causado un daño importante a la reputación internacional del museo, que ha sido acusado de graves fallos de seguridad y de documentación inadecuada. La revisión realizada por los administradores del museo reveló que los robos se realizaron durante un período de tiempo considerable y estimó en 2.000 el número de artículos dañados o desaparecidos. Las recomendaciones realizadas incluyen implementar una política que defina lo que comprende la colección del museo y registrar completamente los objetos no registrados o registrados inadecuadamente. El museo ha respondido que ya está trabajando en la documentación y digitalización de toda su colección, que se espera que esté completada en cinco años. Mientras tanto, se está llevando a cabo una investigación policial y un alto funcionario del museo ha sido despedido. El Museo Británico se disculpa por permitir que los robos ocurrieran y está decidido a emerger de este período como un museo más fuerte, más abierto y más seguro. Hasta ahora, se han recuperado 351 de los 1.500 objetos desaparecidos o robados, y se han identificado más de 300 objetos adicionales que podrían estar circulando en mercados negros. Los robos fueron alertados por un investigador independiente en 2021, pero en ese momento el museo consideró que la acusación no tenía fundamento. Sin embargo, una auditoría interna posterior reveló pruebas de numerosos objetos faltantes, y el anuncio público de los robos se realizó en agosto de 2023.
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