El mercado del aceite de oliva está experimentando un aumento en el fraude a medida que la demanda crece y la producción disminuye. Las autoridades españolas e italianas han detenido a 11 personas y confiscado grandes cantidades de aceite de oliva adulterado. Los estafadores utilizan aceites más baratos, como el de girasol o canola, para crear productos falsos que se venden a precios elevados. La fusión de aceite de oliva de alta calidad con productos de menor calidad se ha vuelto común debido a la disminución de la producción y las condiciones climáticas extremas. Los estafadores también utilizan clorofila o betacaroteno para dar al aceite su característico color verde o amarillo. Además, se han reportado robos de olivos enteros o ramas productivas para obtener aceitunas de calidad. El fraude en el mercado del aceite de oliva no solo representa un riesgo para la salud pública, sino que también socava la confianza de los consumidores y tiene repercusiones económicas. A medida que los precios del aceite de oliva virgen extra continúan aumentando debido a la escasez de producción, se espera que el mercado sea aún más atractivo para los delincuentes.