La temporada final de ‘The Crown’ retoma su esencia al explorar los desafíos del tercer milenio y el legado de la monarquía. Aunque la primera mitad fue irregular, la serie vuelve a sus temas clásicos con frescura. Destaca la reflexión sobre la pomposidad de las tradiciones y el contraste entre Isabel II y el príncipe Guillermo. Sin embargo, el mayor problema radica en el discurso, ya que Peter Morgan parece haber dicho todo lo que tenía que decir. Aunque la segunda parte es superior, el final de la serie no alcanza las expectativas. Aún así, ‘The Crown’ se despide de manera exquisita reflexionando sobre el futuro de la monarquía.