El desembalse de los embalses de Mequinenza, Riba-Roja y Flix ha reavivado el debate sobre el agua en Cataluña. La sequía extrema y la quiebra hídrica en el Área Metropolitana de Barcelona han generado tensiones en torno al trasvase del agua del Ebro. La oposición de las Terres de l’Ebre al trasvase con Barcelona no es nueva, y la falta de equilibrio ecológico del río ha generado malestar en la región. Aunque el Govern catalán ha descartado reactivar el proyecto del trasvase, las tensiones persisten. Los habitantes del tramo final del río se sienten ninguneados y consideran insuficientes los recursos para el mantenimiento socioeconómico y medioambiental de la zona. El debate sobre el agua en Cataluña es solo un ensayo de las guerras del agua que se avecinan en España. El Plan Hidrológico Nacional y la arquitectura institucional limitan los mecanismos de resistencia, y la sequía supone un reto para el sistema de gobierno y toma de decisiones. Esta crisis estructural está reconfigurando la vida cotidiana de casi 50 millones de personas.
Imagen: Candi…