El aumento de las olas de calor en Europa está teniendo un impacto significativo en la salud de las personas. Según un informe de la agencia Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la mortalidad relacionada con el calor ha aumentado un 30% en los últimos 20 años. A pesar de esto, los sistemas de salud no están preparados para hacer frente a esta carga.
En España, uno de los países más expuestos, se registraron el año pasado un número récord de días con «estrés térmico extremo». Esto resultó en un exceso de mortalidad por calor de 4.800 personas solo entre junio y agosto de 2022. Las olas de calor son la principal causa de muerte relacionada con el clima en Europa, superando a las tormentas, inundaciones e incendios forestales.
El informe destaca que el impacto de las olas de calor es más pronunciado en las ciudades, que se están calentando más rápido que las zonas rurales. Esto se debe a la combinación de asfalto, cambio climático y envejecimiento de la población. Los autores del informe advierten que la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor seguirán aumentando en el futuro, lo que tendrá graves consecuencias para la salud pública.
A pesar de los esfuerzos realizados después de la ola de calor de 2003, los sistemas de aviso actuales no serán suficientes para hacer frente a la carga esperada para la salud relacionada con el calor. Además, a pesar de que los grupos más vulnerables y los profesionales sanitarios son cada vez más conscientes de los efectos del calor, el riesgo se sigue percibiendo como bajo.
En resumen, las olas de calor están aumentando en Europa y tienen un impacto significativo en la salud de las personas. Los sistemas de salud no están preparados para hacer frente a esta carga y las intervenciones actuales serán insuficientes en el futuro. Es necesario tomar medidas urgentes para proteger a las personas de los efectos del calor y mitigar los impactos del cambio climático.
Imagen: Efe