El cornezuelo, un hongo oscuro con forma de cuerno que crece en el centeno, fue el precursor del LSD y tuvo un papel importante en la industria farmacéutica en Galicia durante el siglo XX. Este hongo, conocido por sus potentes propiedades farmacológicas, se utilizaba para tratar migrañas, glaucomas, hemorragias y en partos. Galicia se convirtió en uno de los principales productores de cornezuelo, exportando grandes cantidades a destinos como Londres. El negocio del cornezuelo generó una fiebre económica en la región, permitiendo a muchas familias salir de la pobreza. Dacón, una pequeña aldea en O Carballiño, fue el epicentro de la industria del cornezuelo en Galicia. Allí, empresarios locales recolectaban el hongo y controlaban el mercado internacional a través de telégrafos y central telefónica. Los documentos de la época muestran los tratos con grandes metrópolis de Estados Unidos y facturas de hasta 100.000 pesetas. Aunque el cornezuelo también tuvo un lado oscuro, ya que su consumo contaminado por el hongo causaba una enfermedad llamada ergotismo, que provocaba alucinaciones y gangrena. A pesar de esto, el cornezuelo dejó un legado importante en la historia de la farmacología y en la economía de Galicia.