La guerra civil en Yemen, que comenzó en 2014, ha desatado una crisis humanitaria en el país más pobre de Medio Oriente. Los rebeldes hutíes, una minoría chiita, se levantaron contra el gobierno liderado por sunitas y recibieron apoyo de Irán. Arabia Saudita intervino militarmente en favor del gobierno y la guerra se convirtió en un conflicto regional. La guerra en Yemen ha dejado más de 150,000 muertos y ha provocado una grave crisis humanitaria, con 20 millones de personas sufriendo hambre y desnutrición. Además, cerca de 4 millones de personas se han convertido en desplazados internos. El conflicto en Yemen se ha enlazado con la guerra entre Israel y Hamas, ya que los hutíes han aumentado sus ataques a buques comerciales en el mar Rojo en supuesta venganza contra Israel. La situación se ha agravado con los ataques de Hezbollah en el Líbano y los combates en Gaza. La guerra en Yemen continúa actualmente, aunque se acordó un alto al fuego en abril de 2022. Sin embargo, los hutíes han seguido atacando buques mercantes en el mar Rojo, lo que ha llevado a la suspensión de los envíos de la compañía petrolera BP. El conflicto en Yemen ha provocado el colapso económico, el aumento de la pobreza y la ruptura de los sistemas de protección social. La situación se ha complicado aún más con la llegada del covid-19. La guerra en Yemen es una de las peores crisis humanitarias del mundo y ha trascendido las fronteras, convirtiéndose en un enfrentamiento entre Arabia Saudita e Irán.
