La importación de coches de Porsche y Audi a Estados Unidos se ha visto paralizada debido a una pequeña pieza de origen chino que forma parte de una unidad de control más grande. Esta pieza ha sido suministrada por un proveedor externo a Volkswagen, quien descubrió que otro de sus proveedores obtenía materiales de la región china de Xinjiang. La Uyghur Forced Labor Prevention Act prohíbe la importación de productos que contengan componentes de Xinjiang, lo que ha llevado a la retención de más de 1.000 deportivos y SUV de Porsche, así como cientos de Audi. Esta situación llega en un mal momento para el Grupo Volkswagen, que ha sido acusado de utilizar materiales producidos en Xinjiang. Las autoridades estadounidenses han impuesto aranceles del 27,5% a los automóviles chinos, lo que ha llevado a fabricantes como BYD a buscar formas de sortear estas barreras comerciales.
Imagen: Porsche