China se enfrenta a un desafío creciente a medida que su población de ancianos alcanza los 300 millones de personas mayores de 60 años. La falta de atractivos laborales en la industria del cuidado de ancianos, la preferencia de los mayores por quedarse en casa y el reducido tamaño de las familias agravan la demanda de cuidadores. Además, el envejecimiento de la población plantea desafíos para un envejecimiento saludable, ya que aumenta la proporción de ancianos con discapacidades. Aunque la mayoría de los ancianos chinos prefieren quedarse en casa, el tamaño reducido de las familias limita la capacidad de los hijos para el cuidado directo. Actualmente, China cuenta con unas 387,000 instalaciones de atención a ancianos, pero solo hay 322,000 personas dedicadas al cuidado de ancianos, lo que crea una brecha de casi 1.7 millones de cuidadores. Las autoridades advierten que el envejecimiento de la población presenta desafíos para la provisión de servicios públicos y la sostenibilidad de la seguridad social.
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