A pesar de que ya no hay confinamientos ni distanciamiento social, el virus del COVID-19 sigue circulando en el mundo y evolucionando en sublinajes como JN.1. Esta variante ha logrado una rápida propagación en países como India, Francia, Estados Unidos, China y Singapur. Aunque representa un porcentaje bajo de los casos de coronavirus a nivel global, la Organización Mundial de la Salud la ha clasificado como una ‘variante de interés’. A diferencia de otras variantes, JN.1 posee una mutación adicional en la proteína Espiga del virus, lo que podría favorecer su transmisión. Sin embargo, los expertos consideran que el riesgo de que produzca más casos graves es bajo. La subvariante JN.1 se ha detectado en varios países de América Latina, incluyendo México y Brasil. Aunque se necesitan más estudios, se cree que las vacunas actuales son efectivas contra JN.1 para reducir el riesgo de complicaciones y muertes. La OMS recomienda seguir las medidas de prevención, como el uso de mascarillas, el lavado de manos regular y la mejora de la ventilación en espacios cerrados. Además, se aconseja mantenerse al día con las vacunas contra el COVID-19 y la gripe, especialmente para las personas de alto riesgo. Los trabajadores sanitarios y los centros de salud deben utilizar mascarillas de forma universal y mejorar la ventilación en estos entornos.
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