El desarrollo tecnológico ha llevado al ser humano a grandes logros en muchos ámbitos de la ciencia, pero aún hay mucho por descubrir. Uno de los procesos más fascinantes es la gastrulación, que implica las primeras etapas del desarrollo embrionario y la formación de órganos y tejidos. Investigadores de Harvard, California y Dundee han utilizado embriones de pollo para estudiar este fenómeno, ya que son similares a los embriones humanos en esta etapa. Han desarrollado un modelo matemático que predice el flujo de células durante la gastrulación, y han descubierto que es similar al de las ranas y los peces. Estos resultados sugieren que la presión ambiental a lo largo del tiempo ha afectado las condiciones iniciales de los embriones, dando lugar a diferentes flujos de gastrulación y desarrollo embrionario. Este estudio multidisciplinario ofrece nuevas perspectivas sobre la evolución y el desarrollo de los seres vivos.