La relación entre OpenAI y Microsoft ha sido un ejemplo de colaboración en el ámbito de la inteligencia artificial. Sin embargo, recientes informes indican que esta alianza está comenzando a resquebrajarse. Según The New York Times, ambas partes han comenzado a expresar sus quejas y suspicacias.
OpenAI, que ha recibido una inversión de 13.000 millones de dólares por parte de Microsoft, ha estado pidiendo más recursos y mejores condiciones para el uso de la nube de computación. Esta dependencia mutua ha llevado a tensiones, ya que Microsoft también necesita a OpenAI para integrar sus soluciones de IA en productos como los copilotos de Microsoft.
El CEO de Microsoft, Satya Nadella, no parece dispuesto a ceder ante las demandas de OpenAI, especialmente tras el caos generado por el despido y posterior regreso de Sam Altman. Esto ha llevado a Microsoft a buscar un plan alternativo, como la adquisición de Inflection por 650 millones de dólares, para desarrollar sus propios modelos de IA.
Por su parte, OpenAI ha comenzado a diversificar sus opciones. En junio, Microsoft permitió a OpenAI utilizar otras infraestructuras en la nube, lo que llevó a OpenAI a firmar un acuerdo de 10.000 millones de dólares con Oracle. Sin embargo, Altman sigue buscando nuevos inversores para financiar sus operaciones costosas.
Las tensiones entre ambas empresas se han intensificado, con quejas de empleados de OpenAI sobre la falta de capacidad de cómputo proporcionada por Microsoft. Además, hay preocupaciones sobre el acceso a la tecnología de OpenAI en caso de que se logre crear una AGI.
En resumen, la relación entre OpenAI y Microsoft, que alguna vez fue un modelo de colaboración, ahora enfrenta desafíos significativos que podrían cambiar el panorama de la inteligencia artificial.
Imagen: Microsoft
