Europa enfrenta un desafío significativo en la gestión de residuos de palas de aerogeneradores, que se estima alcanzarán entre 40.000 y 60.000 toneladas en los próximos años. En este contexto, el grupo Sustainable Construction Research (Sucons) de la Universidad de Burgos ha encontrado una solución innovadora: utilizar estos residuos para crear hormigón sostenible.
La idea es transformar las palas desechadas en un material que no solo ayuda a reducir la acumulación de desechos, sino que también mejora las propiedades del hormigón. Este proceso implica triturar las palas para obtener un insumo conocido como TPA (Triturado de Pala de Aerogenerador), que se mezcla con áridos reciclados de hormigón (RCA) para crear un hormigón más resistente y respetuoso con el medio ambiente.
El equipo de Sucons ha patentado una tecnología que integra estos materiales en la construcción, logrando un hormigón que presenta un comportamiento similar al convencional, pero con mejoras en flexión y compresión. Para demostrar la viabilidad de su propuesta, han pavimentado un tramo de calle de 50 metros en Burgos, utilizando un 3% de TPA en la mezcla.
Los resultados iniciales son prometedores, ya que el pavimento ha mostrado un buen comportamiento mecánico y ha soportado el tráfico diario. Este avance no solo ofrece una solución a un problema creciente, sino que también contribuye a la sostenibilidad en la construcción, reduciendo el vertido de residuos y el consumo de recursos naturales.
La iniciativa de la Universidad de Burgos es un ejemplo de cómo la innovación puede abordar los retos medioambientales, convirtiendo un problema en una oportunidad para el desarrollo de materiales de construcción más sostenibles.