La dieta mediterránea es más que una simple dieta; ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Además, la FAO y la OMS la reconocen como la más saludable. Esto se debe a que sus productos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y metabólicas, además de facilitar la pérdida de peso.
Entre los alimentos que la componen se encuentran el aceite de oliva virgen extra, verduras, hortalizas y frutas. Sin embargo, también incluye bebidas fermentadas, como la cerveza y el vino. Aunque a menudo se relacionan con hábitos poco saludables, un 30% de los alimentos que consumimos son fermentados, como el queso y los yogures.
El doctor Ramón de Cangas, dietista y presidente de la Fundación Alimenta tu Salud, explica que estas bebidas han sido parte de la cultura mediterránea. Su diversidad bacteriana mejora la salud intestinal y metabólica, lo que puede traducirse en un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas mayores.
La dieta mediterránea es considerada una de las mejores por nutricionistas. Sin embargo, es crucial consumir cerveza o vino de manera moderada. Según la Pirámide de la Alimentación Saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, se recomiendan 1 o 2 cañas al día para mujeres y 2 o 3 para hombres.
Un consumo excesivo de alcohol puede conllevar riesgos para la salud, como la adicción y el aumento de peso. Si deseas adoptar hábitos de vida saludables, la dieta mediterránea es una excelente opción. Recuerda combinarla con ejercicio físico diario para maximizar sus beneficios.
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