Reducir el consumo de sal puede salvar vidas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un estudio realizado en China demostró que reemplazar la sal de mesa por un sustituto bajo en sodio y rico en potasio puede reducir el riesgo de accidente cerebrovascular, eventos cardiovasculares y muerte prematura. Ahora, un equipo internacional de expertos está pidiendo que estos productos enriquecidos con potasio sean reconocidos oficialmente por su capacidad para combatir la hipertensión.
En España, el consumo de sal duplica la recomendación de la OMS. El exceso de sal está relacionado con problemas cardiovasculares graves, como infartos e ictus. La ingesta de sodio a nivel mundial es mucho mayor de lo recomendado, y en España, cada persona consume en promedio 9,8 gramos de sal al día.
Por otro lado, una ingesta insuficiente de potasio también puede afectar negativamente la presión arterial. Cuando hay una falta de potasio, el cuerpo tiende a acumular sodio, lo que puede aumentar la presión arterial y poner en riesgo la salud cardiovascular.
Los expertos sugieren recomendar el uso de sal enriquecida con potasio a todos los pacientes con hipertensión, a menos que tengan contraindicaciones específicas. Se ha demostrado que reducir la ingesta de sodio en la alimentación puede disminuir la presión arterial tanto como los medicamentos comunes. Incluso eliminar una cucharadita de sal al día puede mejorar la salud del corazón en solo una semana.
El problema es que el paladar está acostumbrado al sabor de la sal, lo que dificulta reducir su consumo. Sin embargo, los sustitutos de sal enriquecidos con potasio pueden ayudar en este sentido, ya que se pueden utilizar como reemplazo directo de la sal común al condimentar, conservar o fabricar alimentos sin que estos sepan menos salados.
Es importante destacar que antes de comenzar a utilizar estos sustitutos, se debe consultar con un médico para evaluar si el aumento de potasio es conveniente o puede suponer riesgos.
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