La enigmática civilización de El Argar: secretos genéticos y estructuras familiares desconcertantes

La civilización de El Argar, una de las más antiguas de Europa, ha dejado un legado genético que plantea más preguntas que respuestas. Un estudio reciente revela que las mujeres de esta sociedad tenían una variabilidad genética sorprendente, sin parentesco entre ellas. Los hombres también mostraban diversidad genética, con más casos de relaciones de primer grado que de segundo grado. Esto sugiere una sociedad en la que las mujeres se desplazaban para establecer relaciones familiares, mientras que los hombres permanecían en su entorno.

La virilocalidad y la exogamia eran características clave de la sociedad de El Argar. La virilocalidad implicaba que las familias se establecían cerca del padre de familia, mientras que la exogamia fomentaba la formación de vínculos familiares entre personas de diferentes áreas geográficas. Los investigadores se refieren a esto como «exogamia femenina».

La reconstrucción de las estructuras familiares se basó en el análisis de tumbas dobles, donde se encontraron parejas de sexo opuesto no relacionadas genéticamente, acompañadas a veces de restos óseos de niños vinculados genéticamente al padre. Esto plantea la posibilidad de que las relaciones familiares no fueran permanentes y de que existiera la poligamia en la sociedad de El Argar.

La importancia de la diversidad genética en esta civilización se destaca al compararla con la endogamia que llevó a la extinción de los neandertales. Otros estudios también sugieren que la exogamia era más común en las culturas ancestrales de lo que se pensaba.

La civilización de El Argar floreció durante la Edad de Bronce en la península Ibérica, y se caracterizó por su fuerte estratificación social. Sin embargo, su desaparición sigue siendo un misterio. A diferencia de otras sociedades de la Edad de Bronce que colapsaron en el Mediterráneo oriental, El Argar desapareció sin dejar rastro hace casi 2600 años.

Aunque nunca sabremos con certeza qué sucedió con esta cultura prehistórica, los estudios genéticos nos ayudan a comprender mejor cómo podrían haber sido estas sociedades antiguas.

Imagen: Xataka

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