La Unió denuncia la detección de almendras importadas de Estados Unidos con niveles de aflatoxinas por encima de los límites permitidos, lo que representa un riesgo grave para la salud. El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea ha emitido tres alertas alimentarias en abril, calificándolas como de riesgo “serio”. Se han restringido su distribución en España.
Las aflatoxinas son toxinas producidas por hongos en cultivos agrícolas como los frutos secos. La presencia de estas toxinas en las almendras importadas supera los niveles permitidos, aumentando el riesgo de cáncer. La Unió solicita un mayor control e inspecciones de la almendra importada y la suspensión automática en caso de detecciones repetidas de sustancias nocivas.
La Comunitat Valenciana es especialmente vulnerable, ya que importó 72,13 millones de kilogramos de almendras sin cáscara en 2023, un aumento del 225% respecto a 2022. El 72% de las importaciones de almendra en España provienen de este territorio. La mayoría de las importaciones de almendra en España provienen de Estados Unidos, representando el 80% del total. De esa cantidad, el 72% llegó a la Comunitat Valenciana.
Esta situación se produce en un momento en el que las empresas turroneras comienzan a comprar almendras para la elaboración de turrón. Sin embargo, las grandes empresas turroneras se niegan a pagar a los productores un precio que cubra los costes de producción, lo que ha llevado a la ruptura del diálogo con la Unió Llauradora y la Conselleria de Agricultura. Además, se ha modificado el pliego de condiciones para permitir el uso de almendras de cualquier parte del mundo, lo que ha llevado a un aumento de las importaciones y a la preferencia por la almendra importada en lugar de la autóctona.
En resumen, la detección de almendras importadas con niveles de aflatoxinas por encima de los límites permitidos representa un riesgo grave para la salud. La Unió pide un mayor control e inspecciones de la almendra importada y la suspensión automática en caso de detecciones repetidas de sustancias nocivas. La Comunitat Valenciana es especialmente vulnerable debido a su alto volumen de importaciones de almendra. Además, las grandes empresas turroneras se niegan a pagar un precio justo a los productores, lo que ha llevado a un aumento de las importaciones y a la preferencia por la almendra importada en lugar de la autóctona.
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