La Luna se convertirá en un hervidero de proyectos con zonas horarias distintas, lo que plantea problemas de coordinación y sincronización. La ESA propone establecer una zona horaria estándar propia para facilitar la colaboración entre agencias y la precisión en la superficie lunar. Sin embargo, surgen preguntas sobre cómo implementarlo y qué tecnología utilizar. Además, no existe una autoridad extraplanetaria para gestionar este tema, lo que dificulta aún más el acuerdo entre países. Resolver este problema es crucial para futuras misiones y la colonización lunar.
Imagen: NASA