Windows XP, lanzado en 2001, fue un sistema operativo revolucionario con una interfaz renovada y mejor rendimiento. Sin embargo, en 2024, su cuota de mercado es insignificante, excepto en lugares como Armenia. A pesar de esto, algunos entusiastas disfrutan experimentando con software obsoleto. Eric Parker es uno de ellos. Decidió instalar Windows XP y conectarlo a Internet sin medidas de seguridad.
Para su experimento, Parker utilizó Proxmox para virtualizar el sistema. Desactivó el Firewall y las actualizaciones, y navegó por Internet Explorer 6. Tras unos minutos, dejó el ordenador y al regresar, encontró el sistema infectado. Detectó un proceso llamado conhoz.exe y una nueva cuenta de usuario “Admina”. Instaló Firefox y Process Explorer para investigar más. Descubrió que conhoz.exe se conectaba a un dominio ruso y había un servidor FTP en la máquina.
Intentó desinfectar el sistema con una versión antigua de Malwarebytes, que detectó ocho amenazas, incluyendo cuatro troyanos. Sin embargo, no logró eliminar todo el malware, y conhoz.exe seguía activo. Parker concluyó que esto era “una victoria para el malware”.
El experimento de Parker muestra que Windows XP es extremadamente vulnerable. Al no recibir actualizaciones de seguridad, es un blanco fácil para los atacantes. Desactivar el Firewall y exponer el sistema a Internet sin protección facilita aún más la infección. Herramientas como NMAP pueden escanear direcciones IP y encontrar puertos abiertos, explotando vulnerabilidades no corregidas. En resumen, usar Windows XP en 2024 es como dejar un coche con las puertas abiertas en una ciudad concurrida.
