El Ayuntamiento de Valencia ha decidido suspender durante un año la concesión de nuevas licencias para apartamentos turísticos. Esta medida busca regular una actividad en auge y proporcionar seguridad jurídica tanto al sector como a los residentes. La moratoria, aprobada por unanimidad en el pleno municipal, responde a las demandas de asociaciones vecinales y de la oposición. La alcaldesa, María José Catalá, ha señalado que la suspensión podría extenderse por otro año si fuera necesario.
La moratoria afectará a las zonas residenciales de Ciutat Central y otros barrios con alta incidencia de viviendas turísticas, como Benimàmet, Carpesa, Poble Nou, La Punta, El Palmar, El Saler y El Perellonet. Quedan excluidos los sectores urbanos con uso terciario o industrial y los terrenos con regulación específica de vivienda turística. Además, los inmuebles con uso terciario exclusivo no se verán afectados, ya que no restan vivienda al mercado residencial.
El objetivo principal de esta medida es frenar la proliferación de apartamentos turísticos y aprovechar la pausa para desarrollar una ordenanza reguladora. La suspensión se aplicará a las nuevas solicitudes de licencias presentadas a partir de la publicación del acuerdo en el Diari Oficial de la Generalitat. La medida no afectará a quienes ya hayan solicitado licencias y cumplan los requisitos.
Valencia se une así a otras ciudades españolas como Madrid y Sevilla, que también han implementado restricciones para controlar el impacto de los pisos turísticos. Según datos recientes, el precio del alquiler en Valencia ha aumentado un 20,2% en el último año, y la ciudad cuenta con más de 10.000 apartamentos turísticos anunciados en diversas plataformas.