Una vacuna de ARNm ha demostrado ser capaz de reprogramar el sistema inmunológico para atacar el glioblastoma, el tumor cerebral más agresivo y letal, en el primer ensayo clínico en cuatro pacientes. Los resultados, publicados en la revista ‘Cell’, confirman los obtenidos en modelos animales y preclínicos.
Una nueva forma de reactivar el sistema inmunológico
Esta vacuna, desarrollada en la Universidad de Florida (EE.UU.), representa una nueva forma de reactivar el sistema inmunológico para combatir cánceres resistentes al tratamiento. Utiliza la tecnología de ARNm y nanopartículas lipídicas, similar a las vacunas COVID-19, pero con dos diferencias clave: el uso de las propias células tumorales del paciente para fabricar una vacuna personalizada y un complejo mecanismo de administración recientemente diseñado.
Los investigadores destacan la rapidez con la que el nuevo método estimuló una respuesta potente del sistema inmunológico para rechazar el tumor.
Resultados prometedores en modelos preclínicos y ensayos clínicos
Los resultados obtenidos en siete años de estudios, comenzando en modelos preclínicos de ratones y luego en un ensayo clínico de 10 perros con cáncer cerebral terminal, han sido prometedores. Después de tratar a los perros con vacunas de ARNm personalizadas, se llevó a cabo un pequeño ensayo clínico para garantizar la seguridad y probar la viabilidad antes de expandirse a un ensayo más grande.
Próximos pasos y limitaciones
El siguiente paso será un ensayo clínico de fase I ampliado que incluirá hasta 24 pacientes adultos y pediátricos para validar los hallazgos. A pesar de los resultados prometedores, los autores reconocen la incertidumbre sobre cómo aprovechar mejor el sistema inmunológico y minimizar los efectos secundarios adversos.
En resumen, una vacuna de ARNm ha demostrado ser capaz de reprogramar el sistema inmunológico para atacar el glioblastoma en un ensayo clínico en cuatro pacientes. La vacuna utiliza las propias células tumorales del paciente para fabricar una vacuna personalizada y ha mostrado resultados prometedores en modelos preclínicos y ensayos clínicos con perros. El siguiente paso será un ensayo clínico de fase I ampliado para validar los hallazgos. A pesar de los resultados prometedores, los autores reconocen la incertidumbre sobre cómo aprovechar mejor el sistema inmunológico y minimizar los efectos secundarios adversos.
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