Un iceberg del tamaño de la provincia de Álava, el A23a, se encuentra flotando en el océano. Con un volumen de 1.100 kilómetros cúbicos, es la masa de hielo más grande jamás conocida. Desprendido de la costa antártica en 1986, el iceberg estuvo encallado durante más de 30 años hasta que se liberó en 2020. A medida que avanza hacia el norte, pierde masa y gana velocidad. El plan era que el iceberg siguiera la ruta de los icebergs hacia el norte, pero ha decidido quedarse cerca de la corriente circumpolar antártica. Esto podría tener consecuencias negativas para los ecosistemas isleños, pero también podría proporcionar nutrientes a las aguas por las que pasa. La situación del hielo marino en la Antártida ha empeorado en los últimos años, con una pérdida significativa en 2023. Aunque el hielo marino no afecta directamente al aumento del nivel del mar, su pérdida contribuye al calentamiento global. Es preocupante que un iceberg de este tamaño esté bailando en el océano Antártico, ya que es un recordatorio de los efectos del cambio climático.
Imagen: ESA
