La ‘nudge theory’ utiliza el refuerzo positivo y la sugestión indirecta para modificar conductas y mejorar resultados. Pequeños cambios, como ofrecer la opción de inscribirse como donante de órganos al realizar trámites online, pueden tener un impacto significativo. Otros ejemplos incluyen pegatinas de moscas en baños públicos para reducir la suciedad, aparcar el coche lejos de casa para fomentar la actividad física y ordenar la despensa para mejorar la dieta. La clave está en diseñar el entorno para que nuestras decisiones se alineen con nuestros objetivos personales. La ‘nudge theory’ ofrece estrategias como recordatorios, planes de acción y enfriamiento de decisiones impulsivas. Aunque no es una solución infalible, puede ser una herramienta efectiva para mejorar la productividad y la calidad de vida.
Imagen: Alan Stanton