El Gobierno alemán ha enfrentado desafíos para establecer la primera fábrica de semiconductores de TSMC en Dresde, Sajonia. Este proyecto, que costará más de 10.000 millones de euros, se considera esencial para la industria europea de chips. En comparación, la planta de Intel en Magdeburgo tendrá un coste de aproximadamente 30.000 millones de euros, lo que hace que la inversión de TSMC sea más razonable.
A finales de 2023, la crisis económica en Alemania generó dudas sobre la viabilidad de estas inversiones. Michael Kellner, secretario de Estado para Asuntos Económicos, aseguró que los fondos para estos proyectos estaban garantizados, lo que tranquilizó a la población. La Administración alemana ha decidido destinar 22.000 millones de dólares en incentivos directos a los fabricantes de chips.
La inauguración de la planta de TSMC está programada para el 20 de agosto, aunque las obras comenzarán a finales de 2024. TSMC, que controla el 60% del mercado de circuitos integrados, se asocia con empresas como Robert Bosch, Infineon y NXP, cada una con un 10% de participación en el proyecto. La nueva planta, llamada ESMC (European Semiconductor Manufacturing Corp.), estará situada junto a la planta de Bosch en Dresde.
La construcción de una planta de semiconductores es un proceso complejo que puede tardar más de tres años. TSMC espera que ESMC comience a operar a finales de 2027, lo que marcará un hito importante para la industria europea de semiconductores.
Imagen: TSMC
