El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del desarrollo neurológico más comunes en la infancia y puede persistir hasta la edad adulta. Se caracteriza por dificultades en el autocontrol y la función ejecutiva del cerebro, lo que provoca síntomas de impulsividad, falta de atención y hiperactividad. El TDAH se diagnostica en base a la presencia de síntomas excesivos para la edad y que interfieren en el desarrollo académico y las relaciones sociales.
Existen tres subtipos de TDAH: predominantemente distraído o de tipo inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo y combinado. Cada subtipo se caracteriza por diferentes síntomas, como dificultad para mantener la concentración, inquietud constante, interrupción frecuente a los demás y lucha con el autocontrol. El diagnóstico del TDAH suele realizarse alrededor de los 7 años de edad, pero es importante detectar las señales de alerta desde etapas tempranas.
El TDAH no afecta solo a los niños, sino que puede persistir en la edad adulta en un 50% de los casos. En los adultos, los síntomas de falta de atención e impulsividad pueden interferir en el trabajo y las relaciones. El tratamiento del TDAH puede incluir medicamentos, terapia y asesoramiento psicológico.
Imagen: Business Insider