El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un trastorno mental que se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones. Uno de los comportamientos más comunes es el lavado excesivo de manos. Aunque lavarse las manos es una práctica higiénica normal, las personas con TOC pueden llegar a hacerlo más de 100 veces al día.
Este comportamiento no solo es un signo de TOC, sino que puede llevar a lesiones en las manos y afectar la rutina diaria. El ciclo de obsesión y compulsión puede dominar la vida de quienes lo padecen, convirtiendo el lavado de manos en una respuesta automática a la ansiedad.
El TOC suele aparecer en la adolescencia o en la adultez temprana, aunque puede comenzar en la niñez. A pesar de que las personas afectadas reconocen que sus pensamientos son irracionales, les resulta difícil controlarlos. Esto interfiere significativamente en su vida diaria, afectando su trabajo, estudios y relaciones.
El tratamiento del TOC generalmente incluye una combinación de psicoterapia y medicamentos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los enfoques más efectivos, especialmente la exposición con prevención de respuesta (EPR). Este método ayuda a los pacientes a enfrentarse a sus miedos y a resistir la compulsión de lavarse las manos.
Los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) también son comúnmente recetados para ayudar a reducir las obsesiones y compulsiones. Sin embargo, puede llevar tiempo encontrar el medicamento adecuado y ajustar las dosis.
Es fundamental destacar que el TOC es una condición crónica. Con el tratamiento adecuado, las personas pueden aprender a manejar sus síntomas y llevar una vida más funcional. El tratamiento temprano es clave para evitar que los síntomas se agraven, aunque el trastorno puede reaparecer en momentos de estrés.
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