Un trágico accidente en Alcalá de Henares ha resultado en la muerte de un menor de 13 años, quien sufrió un ahogamiento en una piscina privada. El suceso ocurrió en una urbanización de la calle Miguel de Unamuno, cuando el niño quedó atrapado en la rejilla de la depuradora de la piscina.
Los vecinos actuaron rápidamente, apagando la maquinaria y liberando al menor. Los bomberos y la policía local realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta la llegada de una unidad de emergencias, según informó el 112 de la Comunidad de Madrid. Los servicios de emergencia continuaron con los intentos de reanimación durante ocho minutos, logrando revertir la parada cardiorrespiratoria y mantener el pulso del niño.
El menor fue trasladado en estado crítico al hospital de La Paz en Madrid mediante un helicóptero medicalizado. Lamentablemente, el joven falleció mientras estaba ingresado en el centro médico. La Policía ha abierto una investigación para esclarecer los detalles del accidente, especialmente porque la piscina no contaba con la presencia de un socorrista debido a su uso restringido a solo 25 vecinos.
El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha expresado sus condolencias a los familiares y amigos del joven fallecido. A través de un mensaje en su perfil de la red social X, han especificado: “Enviamos nuestras condolencias y todo el cariño a sus padres, familiares y amigos. Descansa en paz”.
En 2023, en España se registraron 422 muertes por ahogamiento no intencional en áreas acuáticas, lo que representa un aumento de casi el 8% en comparación con las 391 muertes registradas en 2022. La intervención inmediata y los primeros auxilios adecuados son fundamentales para evitar graves consecuencias.
Según MedlinePlus, “la mayoría de los ahogamientos tiene lugar a corta distancia de una zona segura”. Además, es crucial estar atento a los signos de ahogamiento, ya que la persona afectada no podrá gritar para pedir ayuda. Las medidas de seguridad son esenciales para prevenir un episodio crítico de ahogamiento. No se debe intentar un rescate en el agua sin la preparación adecuada para evitar convertirse en una víctima más. Lo más prudente es llamar a emergencias cuanto antes, y lanzar a la víctima algún objeto al que se pueda agarrar, como un flotador, para que pueda flotar y le facilite la salida del agua.
Si se tienen los conocimientos adecuados para rescatar a alguien del agua, es clave sacar a la persona “lo antes posible” para minimizar el riesgo de aspiración de agua y los posibles daños pulmonares. Sin embargo, siempre se debe llamar al teléfono de emergencias ante cualquier incidente de este tipo. Si las autoridades de rescate aún no han llegado y la víctima no presenta signos de vida, se debería proceder con maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). En estas situaciones, se deben iniciar con cinco ventilaciones de rescate mediante respiración boca a boca. Si el pulso sigue sin detectarse y la persona permanece inconsciente, se debe continuar con las maniobras de RCP hasta la llegada de los servicios de emergencias.
Imagen: infobae